Comunión

Maria Amalia Wood 

Mesa de madera pintada con acrílico, rociada con pulpa de ábaca y algodón, incrustada con papel artesanal, cubierta con capas de aceite de linaza, y teñida con añil y cúrcuma

96”x30”x31
2018

Fotografîa: Aliza Rand

Sobre una simple mesa de comedor,  podemos tener conversaciones, una sobre otra, de experiencias alegres y desafiantes. Al escuchar las historias de inmigración de las mujeres, recordé el proceso de envejecimieto que le sucedió a mi casa en Honduras después de que mi familia inmigró a los Estados Unidos. Pintura descascarada, agrietamiento, astillado, oxidación y otros desgastes y rasgaduras crearon texturas estratificadas en el interior y el exterior de la casa. Las paredes de mi casa estaban en descomposición porque la única persona que podía cuidar de ellas, mi abuela de noventa y un años, también se estaba deteriorando. Mi casa es Tita Melida, y cuando ella parta, mi conexión con ese lugar también desaparecerá.

Ahora, cuando veo texturas, sea cual sea el entorno en el que me encuentro, me lleno de nostalgia y memorias de un lugar recordado.